mi asesino favorito
Ya sé que vendrán después
tus manos en mis caderas
reinventándolas
Tus pupilas de gaviota pálida
escudriñando cada célula
de mi nariz airosa
Estarás en mis ojos de niña acrecentada
cuando esfumes de un manotazo
este luctuoso vestido de mujer
Tus labios tiernos beberán mi piel
de amaranto pardo
Y entonces
despertará mi cenicienta memoria
para llevarme a titilar a oscuras
deshacerme en relámpagos verdes
mi voz transformarla en gozo
Traerá a flote
ese barco
abruptamente
naufragado
Con todo lo que no te dije
en todos estos años:
un mar entero de susurros
y lágrimas que no mojaron
tus fértiles parcelas
Mar de caricias
cuales flores carnívoras en ayuno
atentas y felices de
volverte a devorar
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