Y navegando
puedo volar juguetona
por miles de universos
por miles de ciudades
Tomada de tu mano
con mi nuca derrotada
puedo visitar azarosa
la ciudad del delirio
arrasándome en el fuego
Puedo,
cuando en ese instante
miro el iris de tus ojos,
remontarme enloquecida
en tus ríos salvajes
en mis mares plenos
Me llevas entonces
en tu abrazo
tras la mineral corteza
de tu cuerpo
y me vuelvo la savia verde
de tu sexo
Ese que es mi
prohibido anhelo
Ese que me destroza
y me hace nacer
miles de días en uno entero
Ese
mi vértigo
mi verdugo
mi veneno
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