Espero con más calma poder escribirles aquí sobre el proceso en el que estoy. De entrada sólo comentaré, y en ocasión de la urgente necesidad de apoyo a Jacinta, que coincido con las más de 50 organizaciones civiles de distintos estados de nuestro país en que este gobierno calderonista ha criminalizado la protesta social, y que nombres y apellidos de hombres y mujeres encarcelados injustamente, desaparecidos o asesinados, y las negativas de este gobierno a impartir justicia, dan cuenta de la persecución a aquellos que osan pugnar por sus derechos y los de su comunidad.
El 26 de marzo de 2006 al mercado de la comunidad indígena Santiago Mexquititlán, Amealco, Querétaro, llegaron seis agentes federales armados y sin identificaciones. Selectivamente tomaban mercancía (presuntamente ilegal) de varios de los puestos y realizaron destrozos. Fue por eso que unos 80 comerciantes los rodearon y fueron los mismos agentes quienes propusieron que uno de sus compañeros se quedara en garantía mientras ellos irían por dinero para pagar los daños.
Pero la versión de estos seis pseudo agentes, es que los locatarios y tianguistas, molestos por las acciones que realizaban los agentes e incitados por tres mujeres (las cuáles fueron detenidas), decidieron privarlos de su libertad. Posteriormente cinco de ellos fueron liberados con el fin de reunir 80 mil pesos solicitados por las mujeres sentenciadas para poner en libertad a su compañero, acción que ocurrió cuando se les entregó la cantidad de 70 mil pesos.
Ahora bien, con base en eso
Bueno, pues este 24 de febrero pasado, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, denunció que Jacinta (vendedora de frutas en el tianguis de su comunidad) fue sentenciada injustamente y en su caso persistieron graves desigualdades en el sistema de justicia como la falta de acceso a un traductor y la negación de su derecho a la presunción de inocencia. Criticó, por ejemplo, que los mismos agentes que se asumen como víctimas de secuestro sean testigos y la parte investigadora en el caso.
Jacinta se enfrenta a un sistema judicial que la discrimina por ser mujer, ser indígena y ser pobre. Por eso te pido entonces sumes tu granito de arena en estos sentidos:
1) Que Jacinta no caiga en el olvido, hay que difundir esta injusticia y pedir cuentas al gobierno. Nadie fue encerrado por el ROBAPROA, es ridículo e indignante.
2) Que te sumes a las acciones que están haciendo varios a favor de la libertad de Jacinta. Para ello puedes entrar a la página del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y bajar la carta de Word propuesta, firmarla y enviarla al magistrado del Tribunal Unitario de Circuito. Incluso pueden enviarla con la firma de otros a periódicos locales para que sea publicada. Aquí esta el link: http://www.centroprodh.org.mx/2008/
3) Desempolvarnos… de todas las formas posibles, lo más solidariamente, frente a las injusticias. No nos quedemos callados.
Quedo de ustedes.
Ikeracha
(con información de varias notas periodísticas).
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