Gracias por
tus frescos besos
por tu ternura
hecha abrazo
por ser mi refugio
en el terremoto:
fundirnos en un sólo cuerpo
Veo aún tus ojos
en los míos
y el placer
columpiándose
en tus labios
Mis senos,
orgullosos,
rendidos
en tus manos
la silueta majestuosa de amarse
reflejada en el espejo
No hay excusa
para no adorar
cada pedazo de
tu piel curtida
para no rendirme
al carnívoro placer
de beberme tu sudor
para soltar mi mano
mientras las calles
se despiertan
a nuestro paso
para intimidarme
ante la curiosa farola
para no buscarte escondido
en mis rincones
Traerte de nuevo aquí
y besarte
y tenernos
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