06 febrero 2007

REMINISCENCIA


Un cálido suspiro avanza implacable
desde el fin de mi sexo,
su orilla marina


los bordes de mi piel de víbora


mi vientre con mil batallas combatidas
mis senos de algodón y paloma
las rodillas motor de mi existencia
mis labios desgranados, los sedientos
los espejos de mis ojos, sus estrellas


y de nuevo estas aquí


entre mis piernas atorado
mientras la lluvia de tu piel
en la bendita oscuridad
de tu regazo
se mezcla con mis aguaceros
mientras mi piel palpita


esa que alguna vez
fue tu sábana blanca
cuando en mi dibujaste
universos plenos
de ser
de estar
de sentir


arañas mis entrañas
con el pincel divino
de tus ensoñaciones


llegar a ese lugar
a ese punto misterioso
donde somos humedad
y no cenizas


océanos sin continentes
flujo de ti y de mi
sin tanto estorbo



cómo si no bastará
la asfixia del recuerdo

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