09 febrero 2007

Ante las preguntas y comentarios que me llegaron de algunos sobre el poema de abajo baste decir que:

No escribo para formar parte de ninguna elite. No escribo para ser la que mejor escribe, escribo para darme, a los demás y a mí, condición necesaria en mí vida, quizá por mi historia personal y mi formación.


Cuando pensaba en esta respuesta recordé la introducción que hace Mario Benedetti a sus poemas de Los Otros, (“Hombre que mira la luna”, “Hombre que mira una muchacha”, etc.). Sugiero echar un vistazo al poema “Como árboles” disponible en este link: http://amediavoz.com/benedetti.htm


Me sumo a él diciendo que, si bien muchos de mis amigos y conocidos buscan encontrar mi vida entre estás letras, muchas veces atinarán, otras no. Las no es porque son sucesos de mis Otras yo, las que son y no son yo de alguna forma inexplicable.


Mis otras yo que no lo son pueden ser tan diversas como opciones tenemos para soñarnos:


niña, adolescente, obrera, secretaría, amante furiosa, cursi, atormentada, alegre, feroz, desmedida, limitada, callada, austera, dadivosa, viajera, intolerante, amañada, bocona, indecente, mocha, u otras tantas delicias...

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