No escribo para formar parte de ninguna elite. No escribo para ser la que mejor escribe, escribo para darme, a los demás y a mí, condición necesaria en mí vida, quizá por mi historia personal y mi formación.
Cuando pensaba en esta respuesta recordé la introducción que hace Mario Benedetti a sus poemas de Los Otros, (“Hombre que mira la luna”, “Hombre que mira una muchacha”, etc.). Sugiero echar un vistazo al poema “Como árboles” disponible en este link: http://amediavoz.com/benedetti.htm
Me sumo a él diciendo que, si bien muchos de mis amigos y conocidos buscan encontrar mi vida entre estás letras, muchas veces atinarán, otras no. Las no es porque son sucesos de mis Otras yo, las que son y no son yo de alguna forma inexplicable.
Mis otras yo que no lo son pueden ser tan diversas como opciones tenemos para soñarnos:
niña, adolescente, obrera, secretaría, amante furiosa, cursi, atormentada, alegre, feroz, desmedida, limitada, callada, austera, dadivosa, viajera, intolerante, amañada, bocona, indecente, mocha, u otras tantas delicias...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario