14 noviembre 2008

LA MUERTE EN CHIMALCOYOTL: UN PAR DE HISTORIAS



La promesa de los compadres



Allá por el año de 1966, dos compadres que vivieron en el pueblo de Chimalcoyotl eran tan amigos y se estimaban tanto, que en una ocasión prometieron que cuando uno de los dos muriera el otro le seguiría también, para que los enterraran juntos. A mis seis años me tocó estar en el entierro de uno de ellos y cuando estaban terminando de enterrarlo, poniendo ya las flores en la tumba y la cruz, el otro compadre (sintiéndose muy triste) se salió del panteón y se fue a su casa. La demás gente del pueblo se quedó aún en el panteón.


De repente se escuchó el rechinar de unas llantas y varios salieron a asomarse a la autopista, donde descubrieron que había una persona recién atropellada a la altura de donde actualmente esta la entrada al viaducto y donde venden fuentes y cantera.


La sorpresa de todos fue al darse cuenta que la persona era el compadre que había prometido morirse si se moría su amigo y que había sido atropellado casi cuando ya estaba por llegar a su casa.




El niño del panteón



Cuando tenía diecinueve años me pasó en una ocasión en que fui a visitar a mi novia a su casa como a eso de las nueve de la noche, y que vivía cerca de la barranca de Chimalcoyotl, que llegó uno de mis primos (que era mas o menos de mi misma edad) y que vivía enfrente de la casa de mi novia. Mi primo al verme me saludo y lo noténervioso, asustado y estaba muy pálido. Cuando le pregunté que tenía me contó lo que le había sucedido.



Me dijo que alrededor de unas dos horas antes estaba mi primo platicando enfrente de la entrada del panteón de Chimalcoyotl (al otro lado de la calle). Estaba abrazando a su novia y la espalda de él daba a la puerta del panteón y la cara de ella a la puerta. En eso él se dio cuenta que ella se quedó quieta y la mirada fija y le preguntó varias veces qué era lo que le pasaba y ella no respondía. Después de varias preguntas al fin le contestó ella y le dijo que estaba viendo a su hijo en la puerta del panteón con los brazos abiertos y llamándola y él le dijo que no podía ser su hijo, que se tranquilizara. Pero ella le decía que sí era su hijo, que la estaba llamando y que iría a cargarlo y abrazarlo. Cuando el volteó molesto para regañar al niño por querer burlarse de su novia se dio cuenta que era cierto, él lo vio con sus propios ojos, pero para no asustar a su novia le hizo creer que era sólo su imaginación, que él no veía nada. La tranquilizó y se la llevo a su casa.


Lo más increíble es que el niño había muerto de un año de edad y había sido enterrado en otro panteón muy lejos de Chimalcoyotl. Esto pasó por allá de 1978.



Relato de Cayetano Garcés R.

Transcripción: Ikeracha

3 comentarios:

Anónimo dijo...

esta historia es real cuando yo iba ala secundaria de san pedro al pasar por el panteon de chimalcoyotl porque yo vivo en chimalcoyotl vi llorando un niño al acercarme desaparecio y luego lo escuche llorar adentro del panteon desde ahi nunca paso de noche yo sola.

Unknown dijo...

Si efectivamente es real, pero con unos errores, el señor Manuel Flores no fue al panteón al entierro del señor Ernesto Aguilar y todos se preguntaban dónde estaba el compadre ya que eran muy allegados y fue el 2 de noviembre.

Unknown dijo...

Si efectivamente es real, pero con unos errores, el señor Manuel Flores no fue al panteón al entierro del señor Ernesto Aguilar y todos se preguntaban dónde estaba el compadre ya que eran muy allegados y fue el 2 de noviembre.