Luto de ti y de mí
porque los días han pasado como navajas
para este huérfano corazón que te anhela
Aún recuerdo mi mano en tu frente abierta
mientras la muerte infranqueable nos miraba
y sonreía cuando yo te pintaba futuros felices
como premio para tu tortuosa agonía
Verte así
partiendo
con las uñas aferradas a la sábana
con los mudos párpados a punto de cerrarse
atestiguando nuestra dócil fragilidad
Y sin embargo
estás en mi memoria disléxica
entre tus gemidos de dolor
y tus palabras que me embarnecieron
Entre tus besos de caramelo y tus abrazos de algodón
capaces de calmar cualquier pena infantil
y abatir cualquier mar embravecido
Soy una extensión de tu piel
La efigie andante de tu paso acelerado
tu rastro hecho carne y hueso
Estás en mi mirada tornasolada y altiva
en mi búfala niña impulsividad
en cada silente mueca
en mis enormes ganas de correr
Vienes a visitarme en mis navíos de temores:
dejas un guiño de trémula guirnalda
tu olor de hospital y esperanza
y la saliva con que limpiabas mi cara
con tu pañuelo infaltable en la cartera
Como no he de amarte mía?
si entre sangre y llanto fuiste el puente
a este encantador y malherido mundo
A esta oportunidad de ser y estar
siendo tu y yo, en cada gesto
siendo mí hijo y yo, en cada letra
siendo yo, las otras y otros
Queriendo ser arroyo tibio
y maldecido huracán
pese a la tristeza…
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